Hay playas para todos los gustos, desde las que tienen las aguas más tranquilas, hasta las que tienen elevadas olas para los más arriesgados; en estas se puede sentir el ritmo de Colombia en cada detalle, desde los maravillosos paisajes, la diversidad en su naturaleza y su clima tropical, hasta la alegría y amabilidad de los locales.
Si visitas este lugar, debes probar cada una de sus delicias gastronómicas, que serán un manjar para tu paladar. La oferta de platos es rica en pescados en salsa o fritos, acompañados del típico arroz con coco y patacones crocantes (plátano verde) que se deshacen en la boca con cada mordisco. También se puede disfrutar de cocteles de mar, langostinos, camarones, pulpo, mariscos y ostras, marinados con limón, cebolla, ajo y un poco de picante; los que prefieren los sabores exóticos se pueden animar a darle un toque especial con trozos de mango biche. Y para disfrutar después de los platos fuertes, hay variedad de deliciosos dulces tradicionales, la recomendación es preparar las papilas gustativas para esa mezcla exótica de sabores. No debes perderte las bolas de tamarindo, una fruta con un sabor agridulce delicioso; las cocadas o el dulce de mamey.
En Santa Marta hay varios lugares que parecen el paraíso, capaces de capturar a cualquiera con su encanto, uno de estos es la Sierra Nevada, el sistema montañoso litoral más alto del planeta, este reúne en sí mismo todos los pisos térmicos que existen. La temperatura va desde los 30 °C en la parte baja, hasta los 0°C en los picos más altos. Gracias a la biodiversidad de esta gran montaña, la Unesco la declaró Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la humanidad.
Otro de estos lugares asombrosos a unos pocos kilómetros de Santa Marta es el El Parque Nacional Natural Tayrona, una de las maravillas naturales del país que cuenta con 12.000 hectáreas para disfrutar al máximo. Este parque tiene una variedad de ecosistemas inigualable, allí habitan animales como el tigrillo, venados y micos, entre otros. También es el lugar ideal para el avistamiento de aves, pues cuenta con más de 350 especies, algunas de las cuales son escasas en el mundo, como el cóndor, el águila blanca y el águila solitaria. Sus aguas, tanto saladas como dulces, son igualmente ricas y diversas con variedad de peces coloridos, tortugas, delfines, corales, más de 350 especies de algas, manglares, arroyos y caños.
No se puede hablar de Santa Marta y dejar por fuera uno de sus lugares emblemáticos cercanos, Taganga, un pueblo de pescadores, que cuenta con una bahía hermosa y muy tranquila, perfecta para practicar buceo y observar el mundo marino que esconde bajo sus aguas.
Finalmente, ir a esta ciudad del caribe y no disfrutar de una buena noche de fiesta sería pecado, allí se pueden vivir veladas cargadas de baile y mucho movimiento de caderas al ritmo de champeta, vallenato y hasta reggaetón. Así que si quieres sentir el ritmo que tiene este país, tanto para los locales como para extranjeros vale la pena visitar Santa Marta.