Una huella del incendio que en 1925 acabó con gran parte del centro de Manizales es el Palacio de la Gobernación, que fue construido en reemplazo del que fue arrasado por las llamas. Es uno de los bienes republicanos de la ciudad y en su decoración se destacan motivos de vegetales y de animales que fueron elaborados en materiales moldeables como el cemento y el yeso.