Alejandro Obregón, nacido en Barcelona (España), creció en Barranquilla, Colombia y se hizo pintor. Parte de su legado puede apreciarse en las obras ‘Tierra, agua y aire’, ‘Se va el caimán’, ‘Simbología de Barranquilla’ y ‘La mulata’, que están en el edificio Mizrahi de la carrera 53 con calle 76 en el Teatro Municipal Amira de la Rosa, en el edificio de la vieja Aduana y en el conocido bar-restaurante La Cueva, respectivamente.