Quienes llegan a Buga, Colombia, no tienen que ir lejos para montar en jet ski o practicar windsurf, kitesurf y sunfish, pues cerca de una hora por tierra hacia el occidente está el lago Calima, un embalse donde soplan vientos fuertes que se terminó en 1966 con el fin de generar energía para la región y que después se convirtió en un atractivo turístico.