1. Santa Cruz de Mompox, Bolívar
Un pueblo que ha crecido enmarcado por la belleza y grandeza del río Magdalena, epicentro fluvial y fuente económica de la zona. Gracias a la presencia de esta maravilla natural, se han desarrollado sistemas de riego, pesca y ecosistemas hidráulicos para el crecimiento de su gente.
Oficialmente Distrito Especial, Turístico, Histórico y Cultural de nuestro país, el centro histórico de Santa Cruz de Mompox fue declarado Monumento Nacional en 1959, y más adelante, en 1995, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y es que, ¿quién no se asombra ante la majestuosidad de su increíblemente bien conservada arquitectura de sus casas señoriales?
El mayor atractivo turístico del pueblo es su casco histórico, donde la mayoría de edificios y calles parecen haberse detenido en el siglo XVIII; además, la Iglesia de Santa Bárbara, construida en 1630, agrega un valor arquitectónico especial y romántico a la ciudad, podras hacer un recorrido con Mompox Retro por este y otros sitios de interes mientras conoces un poco de la historia local.
Esta ciudad fue protagonista durante la época de los virreinatos en Colombia debido a su importancia comercial y gracias a su ubicación geográfica, al encontrarse en uno de los brazos del río Magdalena. Hoy en día pasó a ser reconocida por su importante trabajo artesanal con filigrana en oro y plata, que se exhibe en lugares como la Casa Museo Luis Guillermo Trespalacios, especializada en mostrar la importancia de la filigrana; además de mostrar al público uno de los principales talleres de este arte manual.
La ciudad se destaca además por tener hoteles boutique como La Casa Amarilla o San Rafael, que gozan de gran reconocimiento nacional, logrando así una armonía entre historia y comodidad.
En este lugar anualmente se reciben grandes eventos como el Festival de Jazz (en septiembre), el Festival de Cine Independiente (en diciembre) y el Festival de Música Sacra (en abril), todos estos pensados para el turista y enfocados en brindar experiencias inolvidables.
2. Ciénaga, Magdalena
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Créditos: Alcaldía De Ciénaga, Magdalena / Instagram
Conocida por ser la fuente de inspiración de Gabriel García Márquez, la ciudad de Ciénaga fue una de las ciudades que motivó al Premio Nobel de Literatura a escribir su obra maestra Cien años de soledad. Por su riqueza histórica y arquitectónica, la ciudad fue nombrada Patrimonio Cultural de Colombia desde 1994.
Declarado Patrimonio Arquitectónico Nacional, el Templete de la Plaza Centenario es la imagen insignia del pueblo. Esta es una edificación colonial inspirada en los templos romanos. Además de este increíble lugar, otros sitios famosos de interés arquitectónico son las edificaciones coloniales; sobre todo la iglesia San Juan Bautista, la Logia Masónica y “La casa del Diablo”.
Históricamente esta ciudad, a orillas del Mar Caribe y cercana a la Sierra Nevada, llegó a ser protagonista de los intercambios comerciales entre la Provincia de Cartagena y la de Santa Marta, sobre todo por su producción de azúcar, cacao, mieles y banano. Y fue precisamente este último producto el que llevó a que, durante el final del siglo XIX y comienzos del siglo XX, llegaran gran cantidad de europeos que traerían una gran cantidad de ideas y materiales para la construcción de casas, como el Hotel Boutique La Casa D’ Remedios la bella construido en 1910 con influencias del estilo republicano que hacen de este un lugar mágico, exclusivo y encantador. Gracias a ello, hoy Ciénaga se precia de ser una de las ciudades con mayor riqueza y diversidad arquitectónica, lo que la ha hecho icónica.
A nivel gastronómico la ciudad es famosa por sus exquisitas preparaciones como el pescado acompañado de arroz con coco, patacones y ensalada; el mote de guineo; las carimañolas; las empanadas, arepas y los buñuelos; además del sancocho de costilla y de mondongo, entre un sinfín de exquisitos platos más.
Las celebraciones más importantes de la ciudad son el Festival Nacional de la Leyenda y Danza del Caimán Cienaguero y el Festival Nacional de Música con Guitarra, los cuales atraen a un sinnúmero de turistas todos los años.
3. Santa Cruz de Lorica, Córdoba
Comúnmente conocida como la “ciudad antigua y señorial”, la ciudad de Santa Cruz de Lorica, ubicada en la parte baja del río Sinú, ha sido protagonista de la historia literaria del Caribe colombiano. Y es que allí nacieron buena cantidad de destacados escritores colombianos, como David Sánchez Juliao y Manuel Zapata Olivella.
Durante el siglo XVIII fue la tercera ciudad del Caribe por número de habitantes y llegó a ser un importante dispensador agrícola entre Cartagena y el interior del Valle del río Sinú, convirtiéndose para el siglo XIX en una de las regiones ganaderas más importantes de la región. Luego, en el siglo XX, fue el principal puerto de mercancías entre Antioquia y Bolívar.
Visitar Lorica es recorrer encantadoras calles donde se pueden apreciar edificios de arquitectura entre republicana y libanesa, como el Mercado de Santa Cruz de Lorica, nombrado Monumento Nacional en 1996, o su tradicional centro, considerado Patrimonio Histórico y Arquitectónico.
La plaza de mercado es otro de los puntos icónicos de Santa Cruz de Lorica. En su interior, los visitantes pueden apreciar las artesanías y degustar una gran variedad de ofertas gastronómicas y especias frescas, la mayoría provenientes de la herencia sirio-libanesa. Estos productos se combinan con los alimentos de la región, dando resultado a platos emblemáticos como el sancocho de bocachico, el revoltillo de pescado desmenuzado, los patacones y el arroz. Puedes conocer otros sitios de interés en la ciudad como la Plaza del Monumento y el malecón y disfrutar de otra experiencias imperdibles en Lorica con el tour de Incentivamos Colombia.
Visita los pueblos con patrimonio de Colombia y descubre a través de sus calles por qué somos uno de esos destinos que maravillan a todos los que nos visitan.
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